La respiración como llave de nuestro cuerpo y mente.
Antes de que comiences a leer, te invito a hacer un ejercicio: ponte cómoda con la espalda erguida, un cronómetro con una cuenta atrás de 3 minutos, cierra tus ojos y sólo respira.
Luego observa los cambios en ti.
Respiración y sistema nervioso: una conexión íntima
La respiración es una de las pocas funciones autónomas que podemos controlar voluntariamente, y al hacerlo, influimos directamente en el sistema nervioso. No es magia, es fisiología.
Cuando respiramos lento, profundo y desde el abdomen:
- El nervio vago se activa (es el principal canal del sistema parasimpático).
- El ritmo cardíaco se estabiliza.
- Se reduce el cortisol (hormona del estrés).
- El cuerpo entra en un estado de seguridad interna.
Y cuando el cuerpo se siente seguro, la mente puede aflojar sus defensas. Los pensamientos se calman y podemos conectar con mayor comprensión con nuestras emociones, sensaciones y necesidades.
Cambiar el cuerpo para cambiar la mente
La neurocientífica Nazareth Castellanos habla con frecuencia de cómo las señales del cuerpo al cerebro son mucho más numerosas que las del cerebro al cuerpo. Esto quiere decir que, si queremos cambiar cómo pensamos o cómo nos sentimos, una forma muy eficaz es empezar por el cuerpo.
“El cuerpo es la raíz de los pensamientos”, dice Castellanos.
“Y la respiración es la herramienta más directa para acceder al cuerpo.”
Es por eso que entiendo como indispensable aprender a calmar nuestro cuerpo con herramientas poderosas, naturales y tan a nuestro alcance, incluyéndolas dentro de las sesiones de terapia. Para conectar con mayor profundidad y sentir que tenemos el poder de cambiar.
Si quieres iniciarte en este camino, estoy al otro lado
Te abrazo
Raquel